16 de septiembre de 2013

Las claves del momento de la situación mundial

Más sobre el pacto Obama-Putin-Al Assad en Siria


“‘Lo felicito [a Putin] por haberse implicado. Lo felicito por haber dicho: ‘yo tomo la responsabilidad de empujar a mi cliente, el régimen de Bashar Al Assad, a administrar sus armas químicas’’ dijo Obama en una entrevista. (Clarín, 16-09-2013)
 

- Hoy Obama ha felicitado públicamente a su “par” ruso, Putin por su gestión ante la crisis siria.
La izquierda reformista interpreta este hecho como un síntoma de que EEUU ha perdido su ubicación como potencia dominante a nivel mundial.
Sin embargo la realidad es que este reconocimiento que hace Obama a Putin, no es entre “pares” sino entre el verdadero “jefe del directorio” de la economía y la política mundial, Obama, para con su “gerente”, siempre apto para hacer el trabajo sucio como es Putin. Este último, de vez en cuando aconseja a su jefe no pasarse de la relación de fuerzas (como con la carta “llamado a la cautela” publicada en el New York Times), en un planeta convulsionado por grandes procesos revolucionarios y la crisis capitalista mundial abierta a partir de 2008.

- La debilidad de EEUU es producto de su derrota en Irak y del crack mundial que lo tuvo como epicentro… Es producto de la lucha de clases… Son los trabajadores y las masas al interior de EEUU y a nivel mundial los que, por ahora, no le permiten nuevas aventuras militares al imperialismo dominante. Son las masas de EEUU y del mundo las que le han quitado a Obama el poder de fuego que antes tenía Bush para disciplinar al planeta.
Es indudable que EEUU no puede intervenir militarmente en forma directa, a riesgo de provocar el levantamiento de la clase obrera y las masas en su propio país. Ya más del 70% de los norteamericanos se han pronunciado contra la intervención de su país en conflictos ajenos, (“basta de invertir en la guerra”, dicen) cuando queda tanto por resolver en su propia casa. El “síndrome Vietnam” –luego de la ofensiva militar de Bush y la respuesta de las masas ante la invasión a Irak y Afganistán- sigue latente en Estados Unidos como una amenaza para la burguesía imperialista.

- Estas son las condiciones creadas por el crack capitalista y el ascenso mundial de 2008. Al mismo tiempo son las mejores condiciones para una ofensiva de masas victoriosas. Si esta no se ha generalizado a todo el planeta, como en el 68-74, es por la traición de las direcciones del proletariado que estrangularon la respuesta de la clase obrera europea al estallido de Maastritch, sometieron a la clase obrera norteamericana a Obama en EEUU, estrangularon la revolución latinoamericana y cercaron China, para que así se superexplote a la clase obrera de ese país y del Pacífico, a un grado superior al del siglo XIX cuando el capitalismo estaba en su fase de surgimiento y expansión.
La traición de la dirección es la que puso a la defensiva a los procesos revolucionarios del Magreb y Medio Oriente, aislándolos y sometiéndolos a sus verdugos.

- El acuerdo Obama-Putin se basa, en que no sólo EEUU tiene su “síndrome Vietnam”. Si el estado sionista fascista de Israel, gendarme del imperialismo yanqui en el Norte de África y Medio Oriente interviniese (como lo hizo en el 2008 en Gaza, bajo el mando del democrático Obama, con la operación “Plomo Fundido”), esto provocaría un resurgir de la irrupción de las masas que vienen de protagonizar una cadena de revoluciones desde Túnez hasta Siria a partir de enero de 2011.
En realidad, el límite impuesto a EEUU, con respecto a posibles intervenciones militares, no lo ponen otras potencias imperialistas ni una decadencia de éste como potencia económica preponderante, sino las masas de Estados Unidos y el Magreb y Medio Oriente. De allí el rol que debe jugar Rusia hoy para disciplinar a su agente Al Assad, que a cuenta de todas las potencias imperialistas viene haciendo el trabajo sucio.

- Es que bajo los golpes del crack económico por un lado, y de la irrupción revolucionaria de masas por el otro, desde el 2008, han quedado descalabradas las instituciones de dominio de la burguesía imperialista en el mundo que funcionaban desde el periodo de Yalta, como la ONU, la OEA, etc… que todos los analistas coinciden en afirmar que han resultado inútiles de manera evidente, sobre todo en los últimos dos años. Luego del 89, EEUU como vencedor de la recuperación de los ex-estados obreros sale a dominar el mundo y pasa por encima de todas estas instituciones de dominio, cuya máxima expresión fue la ofensiva contrarrevolucionaria de Bush en el planeta, por fuera de todas estas.

- Ante esta “crisis” de las instituciones de domino, Obama vuelve a poner en escena pactos contrarrevolucionarios con las otras potencias imperialistas y con las burguesías nativas.
Es con estos pactos contrarrevolucionarios con Obama, que los hermanos Castro entregaron Cuba al imperialismo y que la dirección de las FARC negocia con las transnacionales como la “Chiquita Brand” y con los terratenientes colombianos el reparto de las tierras de ese país. De esta manera el imperialismo yanqui controla su patio trasero, disciplinando a las burguesías bolivarianas que hoy son tanto o más rastreras y lacayas del imperialismo que los gobiernos del TLC.
Es con el pacto contrarrevolucionario del Atlántico que Francia interviene militarmente en Malí y acompaña codo a codo a EEUU en los desplazamientos militares para forzar el acuerdo que permita terminar de aplastar a las masas sirias que siguen luchando heroicamente en la resistencia.
También se ha establecido un pacto contrarrevolucionario, económico, político y militar, con Japón y distintos países de Asia y América, que le permite a EEUU  dominar el Pacífico, por donde circula más del 40% del comercio mundial. Este pacto le permite a EEUU y a sus aliados controlar a China, inclusive con sus cañoneras. El imperialismo preserva para sí la fuente de riquezas más grande de China, que es la disponibilidad por centenares de millones de la mercancía que mayor valor tiene por crear otros valores, llamada “fuerza de trabajo”. Es que las transnacionales no sólo aprovechan allí un  nuevo mercado interno de consumo para colocar masas de mercancía, como contratendencia a la crisis de sobreproducción que sobrevive en la economía mundial; sino que también con sus capangas y gerentes los mandarines chinos, han puesto en funcionamiento un plan de erradicación de millones de campesinos de la tierra a los que se lleva a las ciudades, o creando nuevas ciudades, para ponerlos a disposición de ser explotados como esclavos sin ningún tipo de derechos, en nuevas fábricas-cárceles por la burguesía y las transnacionales.

- Estos pactos son sostenidos por la traición de las direcciones de la clase obrera como el FSM, las aristocracias y burocracias obreras de los países imperialistas y los partidos reformistas de todo pelaje, que echan tierra a los ojos de la clase obrera para ponerla a los pies de su propia burguesía. El capitalismo no se cae ni se caerá solo y, como vemos, se sobrevive buscando aquí y allá contratendencias basadas en la esclavitud y superexplotación y el saqueo para salir de su crisis; con masacres, golpes contrarrevolucionarios y guerra. Los pactos no son más que un punto de apoyo para desorganizar las ofensivas revolucionarias del proletariado y así preparar nuevos golpes estratégicos contra las masas.

- La traición de las direcciones del proletariado ha dado un respiro al capitalismo mundial y le ha permitido al imperialismo, luego de la marea revolucionaria del 2008-2011, lanzar una contraofensiva concentrando sus fuerzas para aplastar los focos revolucionarios más avanzados. El del Magreb y Medio Oriente es uno de ellos.

- Con golpes contrarrevolucionarios, con pactos, con la política de colaboración de clases de las direcciones traidoras, el imperialismo ha logrado, por ahora y de forma provisoria, establecer un equilibrio, más que precario aún, en el control de la política y la economía mundial. Las potencias imperialistas vencedoras en la guerra comercial (que le tiraron toda su crisis a las potencias vencidas y a las masas), necesitan de todos sus socios menores para reestabilizar el sistema capitalista mundial. Ninguno de ellos jugaría más allá de tal o cual chantaje o pequeña rapiña en contra de los intereses del imperialismo que domina el planeta. Las clases poseedoras no son suicidas. Todas saben que si fracasan los devora la revolución proletaria. Todas saben que si se pasan de la relación de fuerzas o se equivocan en intentar golpes contra las masas antes de tiempo, lo que los amenaza es el abismo de la revolución proletaria que les ha pasado muy cerca con una tendencia al ascenso generalizado de masas abierto en el 2008.

- Con estos pactos contrarrevolucionarios el imperialismo y la burguesía mundial logra avanzar en conquistar una nueva relación de fuerzas entre las clases, una vez que la tendencia al ascenso generalizado de masas fue desviado, por ahora, e intenta ser masacrado como en Siria, Egipto, Yemen y como sucede con miles de revueltas en China, o como en la masacre de Marikana. La relación entre las distintas burguesías imperialistas ya está resuelta, provisoriamente, al salir EEUU vencedor en la guerra económica tirándole toda la crisis al mundo, reconcentrando el capital financiero y controlando las ramas de producción más importantes de la economía, en sociedad o en disputa con otras potencias imperialistas y con el hundimiento de otras; haciendo, como hemos dicho, acuerdos de bandidos con Francia en el Atlántico y con Japón en el Pacífico. Mientras tanto EEUU, con la gran Alemania, garantiza cobrarse los préstamos otorgados a las empresas de la zona Euro y se reparten el tutelaje del nuevo “Tratado de Versalles” que le impusieron a las potencias imperialistas menores de Europa. Los piratas ingleses ven que han recibido muy poco del botín con los acuerdos con Wall Street y por ahora retacean su ayuda.

- Presentar al carnicero Putin (que cuida con las bases militares de la gran Rusia las ex repúblicas musulmanas soviéticas y las naciones oprimidas del Cáucaso, para que las potencias imperialistas las saqueen) con una política independiente de las potencias imperialistas del planeta es una sinrazón. Por supuesto que Putin es un gerente, no un lacayo. Cumple funciones jerarquizadas como gendarme del imperialismo en Oriente. Pero atribuirle a este una política independiente, inclusive de la Alemania imperialista, de la cual depende y a la cual está subordinado en los grandes negocios del gas y el petróleo, es no ver cómo se ubican los enemigos del proletariado, en este caso para estrangular la revolución Siria. Desde hace dos años toda la izquierda lacaya de Al Assad espera una invasión yanqui para justificar su traición a la revolución en Siria y a la masacre por parte de al Assad. Y la invasión no llega. Al Assad y Putin garantizan que las fronteras sionistas no se tocan, y que lleguen a Siria todos los que están dispuestos a masacrar a las masas como Hezbollah y la Guardia Republicana iraní. Estos son los hechos. Los irrefutables hechos. Como jefe del negocio, EEUU no descarta enviar algunas medidas disciplinarias – bombazos a sus agentes que no cumplan los acuerdos. La 5ta flota sigue apuntando. 

- Pretender hacer pasar a Putin como enemigo de Obama, cuando ayer Rusia bajo el mando de Stalin y hoy bajo esta nueva burguesía, es sostenedora y garante fundamental, junto a Inglaterra, de la fundación y defensa del estado sionista de Israel, ya es una traición abierta al combate de las masas palestinas contra el sionismo y contra todas las fuerzas contrarrevolucionarias que lo sostienen. Como gritaban las masas de Egipto, en el 2012, cuando marchaban a la embajada de Siria “Obama, la OTAN, Al Assad y Hezbollah le cuidan las fronteras al sionismo”… y nosotros agregaríamos: y bien armados por Rusia para masacrar a la revolución Siria.

- Esta realidad se expresa en el terreno. ¿Cómo se han ubicado los enemigos de la revolución siria? Putin se ha ubicado como el que arma hasta los dientes a Al Assad para masacrar a los rebeldes…. A los que EEUU considera peores que Al Assad. El arsenal químico y pesado de Al Assad no puede caer en manos de las masas si cae Damasco… Entonces Al Assad y Putin se lo entregan a la ONU y Obama. Y todos juntos sostienen al innombrable, del cual nadie habla, que es el estado de Israel que está sin poder de fuego a riesgo de encender la revolución nuevamente. Los que hablan de la “superpotencia” rusa, y hasta algunos llegan a decir “imperialista”, han llegado al colmo del impresionismo o del engaño. Aquí la única flota que apunta a Siria y disciplina a todos es la de EEUU. Ni por un segundo la flota rusa podría ni tan siquiera apuntar uno de sus cañones contra la flota norteamericana. Putin es gerente, ni siquiera socio.
El que apunta y pone las armas es el que manda y define las jerarquías de dominio en la economía y la política mundiales.

- No menos desfachatados son los que hacen pasar a Putin como un amigo de los pueblos oprimidos. A todas las alas y fracciones del FSM se le está acabando la partitura, sus instrumentos ni siquiera suenan. La vida está dando su veredicto.

- El imperialismo debe intervenir en la situación mundial, luego del síndrome de Irak – Afganistán, de una manera defensiva. Pero con pactos contrarrevolucionarios tiende nuevamente a crear las condiciones para controlar la política y la economía mundial e intentar estabilizar una de las crisis más agudas que atravesó el sistema capitalista mundial. Lo hizo sostenido por las direcciones traidoras: estas le sacaron a las masas la posibilidad de tomar el poder e iniciar procesos revolucionarios, sobre todo en Europa, cuando la chispa de Atenas amenazaba con incendiar París. El resultado está por verse. La fortaleza o debilidad de las potencias imperialistas y sus choques contra las masas revolucionarias del mundo se definirá en el terreno de la lucha de clases a nivel internacional. La última palabra no está dicha. Si el imperialismo estabiliza la situación mundial a su favor, si asienta bajo distintos acuerdos y pactos contrarrevolucionarios su dominio, haciendo y deshaciendo nuevos pactos entre las potencias imperialistas vencedoras del crack mundial, y apagando el fuego de los focos de la revolución mundial, lo que vendrá será más barbarie, concentración de capital, achicamiento de los mercados, mayor disputa por los mismos y, si no triunfa la revolución proletaria, la guerra. Siria es un espejo donde la clase obrera debe mirarse porque es allí donde el imperialismos quiere dar un escarmiento a todo el proletariado mundial.

- El saludo de Obama a Putin, no es más que un reconocimiento de los servicios prestados a quien interviene para garantizar, sin que EEUU tenga que tirar un solo tiro por ahora mientras sus cañones apuntan a Siria, dispuestas a hacerlo para imponer su supremacía y disciplinar a sus agentes.
Los servicios prestados por Putin, son para sostener al más grande gendarme del imperialismo en Medio Oriente, que es el estado sionista, en momentos en que los dispositivos claves de control imperialista en el Magreb y Medio Oriente han entrado nuevamente en crisis con la ofensiva revolucionaria de masas del 2011.

- Una Siria devenida en una nueva Libia con las masas armadas es un escenario de pesadilla para el imperialismo y su lacayo sionista.  Evitarlo es parte del plan “Ginebra 2” que ya se está aplicando. Lo pagan las masas. El último punto del mismo es asentar el triunfo de la contrarrevolución con el apoyo de la ONU y las tropas rusas como garante.
Pero las masas rebeldes ya han  dicho “NINGUN INVASOR TOCARÁ SUELO SIRIO”, a diferencia de Al Assad que disciplinadamente se ha puesto bajo las órdenes de su comandante en jefe Obama, tal cual actúa como jefe de un verdadero ejército de ocupación masacrando a su propio pueblo.

Comité Redactor del Organizador Obrero Internacional

 

 

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